Introducción

A partir de marzo de 2006, tres testigos declararon públicamente que algunos hospitales en China extraían órganos de presos practicantes de Falun Gong, sin obtener su consentimiento previo. Además, los testigos afirmaron que las víctimas estaban encarceladas en instalaciones que se asemejan a centros de detención o campos de concentración. La compatibilidad de tejidos se analizaba y almacenaba en bancos de datos de manera sistemática. El proceso permite a los cirujanos chinos de trasplante proporcionar órganos de donantes, incluso riñones, corazón, páncreas, hígado, piel y córneas a corto plazo. Sitios web de acceso público de algunos de estos centros de trasplante se comprometían a proporcionar órganos de donantes en 2 a 4 semanas, en algunos casos en 2 días. En los países occidentales, el tiempo de espera por órganos es por lo general de varios años. .

La página web del Centro Oriental de Trasplante de Órganos de Tianjin registró en una gráfica un aumento de trasplantes de hígado, lo que sería un ejemplo de la expansión de la medicina de trasplantes.

Desde marzo de 2006, se ha reunido y publicado una gran cantidad de pruebas que rodean a la práctica sistemática, autorizada por el gobierno, de extracción de órganos sin el consentimiento de las víctimas encarceladas, principalmente de practicantes de Falun Gong. En general, la información refuerza la confiabilidad de las acusaciones anteriores.

El acuerdo occidental de donación de órganos libre y voluntario, no aplica a la situación en cuestión. En China, según las acusaciones, las normas internacionales de donación de órganos se invierten, y los receptores de órganos no se agregan a la lista de espera hasta que llegue el donante adecuado, porque los donantes potenciales de órganos están encarcelados, formando una especie de “reserva” de donantes vivos de órganos. Sus vidas están en peligro inmediato; tan pronto como sus tejidos son compatibles con el receptor interesado, se extraen sus órganos sin su consentimiento. Este tipo de trasplante “sobre pedido” y con “fines de lucro” no tiene precedentes y es necesaria su investigación.

Médicos contra la Sustracción Forzada de Órganos distingue entre la sustracción forzada de órganos a practicantes de Falun Gong encarcelados y los de presos ejecutados, que se llevan a cabo en China desde finales de los años 80. En el último caso, el individuo es sentenciado a muerte debido a una violación a la ley, los órganos se extraen después de la ejecución. Aunque esta forma de extracción de órganos es moralmente cuestionable, aún no está a la altura de la que se efectúa a los practicantes de Falun Gong, descrita en el informe Kilgour y Matas.

Este último, involucra el asesinato de personas detenidas como presos de conciencia, como parte de la persecución autorizada por el estado a Falun Gong. Estas personas no violaron la ley ni fueron acusados por tribunales judiciales o condenados en un juicio, son víctimas inocentes, porque el gobierno chino persigue al movimiento Falun Gong sin la más mínima razón para condenarlos. Se les sustraen sus órganos y se venden con fines de lucro con la muerte involuntaria del donante. Médicos contra la Sustracción Forzada de Órganos sostiene que esta forma de ejecución es parte de la persecución a Falun Gong y es equivalente a asesinato premeditado con robo asociado.

Es importante tener en cuenta que por la propia naturaleza de los campos de concentración secretos, que operan dentro de regímenes totalitarios como el chino, el flujo de información está controlado en su totalidad por el gobierno, lo que hace difícil descubrir su funcionamiento interno, pues permanece inaccesible para investigadores externos. Sin embargo, el alcance de las pruebas circunstanciales acumuladas, combinado con la gravedad indiscutible de las acusaciones, exige que Médicos contra la Sustracción Forzada de Órganos tome medidas para crear conciencia sobre estas prácticas, y pida investigaciones adicionales.